DE VUELTA A CASA

¡Hola! hoy es 23/3/2016, como ya sabéis, ayer fue mi cumpleaños y mis abuelos me regalaron un montón de cosas. Aunque me gustaría contaros que como han pasado ya muchos días sin ver a mis padres hoy me voy a verlos, pero antes tengo que hacer muchas cosas. Si queréis os la enseño, pero antes tenéis que prometerme que no se lo vais a contar a nadie, porque me moriría de la vergüenza. 

LISTA DE COSAS QUE HACER

Bueno, seguro que habréis visto en la fotografía anterior los puntos suspensivos, y eso es porque hay más cosas, pero no lo iba a poner todo, porque tardaría casi un día en terminar esta lista de actividades que tengo que hacer. 

En realidad, me imagino que solo queréis saber cuando me voy, ¿verdad? Pues bien, yo me voy por la noche sobre las 2 de la mañana. ¡Qué noooooo! es broma yo me iré sobre las 9 de la noche.

 ¡Ah! Me he dado cuenta de que en la lista se ha colado un caracol. Lo siento, no era mi intención. Pero bueno, no pasa nada, ¿verdad?

Genial, que no nos vamos a quedar todo el día con el misterio del caracol. Tenemos que avanzar la historia, que entonces nos perdemos, mas o menos por la prehistoria. Vamos a empezar, hoy he desayunado en un pueblo que estaba al lado de la ciudad, ya sabéis, para cambiar un poco.

DESAYUNANDO QUE LOS ABUELOS

El restaurante que fuimos se llama DEBAJO DEL MAR. Era super bonito, yo no sabía que en pueblos así existían cosas tan bonitas.

DEBAJO DEL MAR

Era super original e interesante, pero lo mejor de allí era las vistas y su comida. Yo comí una serpiente, pero no una serpiente de verdad, no, era una serpiente de fresas, nata, y muchas cosas más, estaba deliciosa ¡ummm!

LA SERPIENTE DE FRESAS

El de mi abuela, como siempre, ya que es tan dulcera, tomó algo más delicioso. Era super goloso tenía 3 capas, una era de nutella, la siguiente era de leche y la última era de chocolate, y encima le echaron un rulo de chocolate, ¡Qué delicia!

POSTRE DE LA  ABUELA  

El de mi abuelo, era más simple porque decía algo que yo no entendía, un no se qué, de que estaba a dieta. Además, me dijo que todavía era muy pequeña para entenderlo pero cuando fuera más grande lo entendería. Bueno, su desayuno era como un trozo de una capa de pan con plátano, y no sé que era lo otro, pero parecía miel o chocolate.

DESAYUNO DE MI ABUELO

Estaba bueno, y tenía una pinta deliciosa, aunque yo prefiero el de mi abuela o el mío, como siempre digo yo.

DE COMPRAS CON MIS ABUELOS

Terminamos de desayunar, y lo mejor después de este rico desayuno es complementarlo con algo que me encanta... ¡Ir de compras! Pero a mi abuelo no le interesó tanto, así que el se fue a la sección de deporte y mi abuela y yo a la de ropa, zapatos, y muchas más cosas.

Yo me quería comprar un vestido de lentejuelas super bonito, pero costaba mucho dinero, y por eso no me lo compraron. Pero como mi abuela parece adivina me lo compró sin que yo me diera cuenta, mientras que yo estaba con el abuelo, virando la sección de deporte.

Compramos muchas cosas como gafas de sol, vestidos, zapatos... pero no el vestido que quería, así que menuda sorpresa me llevaría al llegar al casa.

LLEGADA A LA CASITA DE LOS ABUELOS

Cuando llegamos a la casa de los abuelos comimos y después de comer, mi abuela y yo hicimos un paso de modelos con lo que compramos. Cuando terminamos, mi abuela sacó algo que brillaba mucho, yo creía que era una bola de discoteca, pero cuando me lo enseñó era mi traje, ¡qué bien! Me alegre mucho porque era precioso.

MI TRAJE DE LENTEJUELAS

Cuando me lo puse, e hice el paso de modelos pegaron en la puerta. ¡Eran mis padres! me alegre mucho. Ellos me vieron con ese vestido y les encantó porque estaba guapísima. Al rato me fui con mi papá y mi mamá para nuestra casa, y allí había un montón de regalos. No puedo contaros todos de uno en uno, porque eran muchos, aunque os puedo enseñar unos pocos.

REGALOS DE CUMPLEAÑOS DE MIS PADRES

Ya casi hemos terminado. ¿Os han gustado mis regalos? Seguro que sí. ¡Ah! y ¿os acordáis de lo que os dije ayer en mi anterior hoja de mi diario personal, que os hablé sobre si mis pies me habían crecido? Si no lo recordáis podéis leerlo haciendo click aquí.

Y ahora la respuesta... bueno sí me crecieron, pero tan sólo un milímetro, así que he llegado a la conclusión de que los zapatos eran un poco incómodos.

Espero que os haya gustado y que sigáis leyendo mis historias.

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